Hace una semana plantamos unas semillas de albahaca en una maceta. Como llevamos con el mismo abrigo desde el año pasado, pensamos que a lo mejor así parecía más primavera en el piso. El fin de semana pasado robé la maceta del salón y la puse en mi ventana para así tenerla más cerca, y todas las noches la miro un rato antes de ir a dormir. Todavía no he tenido que regar la tierra, sigue húmeda desde el primer día. Pero aún no ha asomado nada. No sé si es normal, o si la planta tampoco quiere salir de casa los días de lluvia. A lo mejor la he contagiado de mi pesadez, y eso que la planté para que me la quitara. Por si acaso, la sigo mirando cada noche, a ver si despertamos juntas.