lunes, 31 de diciembre de 2012

54.


Se acaba el año y hemos descubierto que seguimos vivos. Las cosas no terminan de funcionar, pero nos mantenemos en pie. Si una profecía milenaria no ha acabado con nosotros, ¿qué lo va a hacer? Nochevieja me produce pereza y sarpullidos, pero todos los años le termino dando una oportunidad; este no va a ser menos. Hoy me siento bien. Hoy me siento optimista. Esta noche ceno en casa de amigos y recibiremos el año a puñetazos. Beberemos, bailaremos y cantaremos hasta caer rendidos. Volver a casa duele, pero ya lidiaremos con ello cuando haya que hacerlo.

Feliz año

martes, 18 de diciembre de 2012

52.


Another Glacier

Esta ciudad se muere de frío. Me lo ha dicho un amigo que se va. Me lo has dicho tú, que te vas. Se queda helada con cada memoria que emigra, y cuando tuerzo una esquina ya no reconozco el paisaje. Un día me dijiste que mi patria son mis recuerdos, y mi pueblo la gente que los habita. Pues este desierto crece con cada nueva ausencia, y me siento sola a ver cómo se vacía mientras me dices que te vas; que a lo mejor tendría que hacerlo yo también. Ni siquiera yo me lo creo cuando digo que alguien se tiene que quedar.

(Texto de 'Anatomía del tedio', primer fanzine de Le complot)

lunes, 10 de diciembre de 2012

51.



No nos gusta estar callados. Creo que por eso no nos entendemos; que por eso no nos escuchamos. Como no nos gusta estar callados, llenamos la habitación de ruido y nos atacamos. Empezamos despacio, como un baile, porque todos los comienzos han de ser delicados. Después nos destrozamos hasta que nos consumimos. Entonces nos miramos a los ojos por primera vez, pero ya es tarde, porque ya nos hemos matado. Y todo porque no nos gusta estar callados.


viernes, 7 de diciembre de 2012

50.

"Nadie supo nunca qué hacer con su vida. Por eso, en una ciudad, existen tantas posibilidades para poder concretar una vida. Y por eso, porque en una ciudad hay tantas posibilidades para concretar un vida, nadie supo nunca qué hacer con su vida. Desastres que resultan casi imperceptibles por su carácter cotidiano."

La semana pasada fui al teatro. Voy poco, lo reconozco, porque a veces me da pereza. Soy culpable. Pero me gusta, lo juro. Unos amigos, que de hecho se dedican al teatro, me animaron a ir a ver una obra. ‘Sabes que nosotros nunca recomendamos nada. Así que esta la tienes que ver.’ Quizá fuera porque el director y dramaturgo es uno de los actores de su próxima obra. Ese es otro tema. Ya hablaré de ello en otro momento.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

49.



Tuve un novio que era un yonqui de la música. Pero de verdad. Si se la hubiera podido inyectar, lo habría hecho. Creo que le habría gustado que los días tuvieran una hora más para escucharse un último disco. Quizá era algo más que una obsesión, una necesidad vital tal vez. Aunque soy melómana, no pude aguantar su ritmo. Sí me quedé con una pequeña colección de discos que compraba, escuchaba y luego no podía almacenar; como todas esas cosas que deberían haber sido reclamadas hace tiempo, pero ahora ya no viene a cuento, o da vergüenza, o pereza, y andan desperdigadas por casas de antiguos amantes recordándoles sus vidas pasadas. También me dejó un amor especial por músicos a los que no habría prestado atención si no fuera porque eran la banda de sonora de su vida. Así amé a Tom Waits, a Cash y a John Frusciante, a los terremotos de los grupos alemanes de los 70 y los viajes alucinados de los shoegazers de Oxford. También aprendí que hay músicos a los que, hagan lo que hagan, les seguiré profesando un amor ciego.
Cuando un día me puso el primer disco de The Birthday Party le dije que estaba loco. Después, al cabo del tiempo, me desperté pensando que Nick Cave el nuevo (otro) amor de mi vida. La noche anterior casi había quemado el ‘Henry’s Dream’ de tanto escucharlo y entendí por qué el chico yonqui de la música me había puesto ‘Prayers on Fire’ aquel día.
El lunes salió el nuevo single de Nick Cave & The Bad Seeds, que estará listo en febrero. Me pareció un poco ‘bah’, como casi todo lo que viene haciendo en los últimos años, pero Cave es de esos a los que les perdono todo. Lo que me alegró el día fue este vídeo. Un teaser de la grabación del disco, que parece más una película de suspense que el lanzamiento de un disco, y eso me hizo salivar.